Jimin estaba tan feliz, la noche anterior se la pasó muy bien con Jungkook.

Estaban avanzando con la organización de la cena y la decoración en la empresa del alfa, ya casi estaba todo listo, solo le faltaba ponerse acuerdo con él para la mecánica de la actividad.

—Creo que a mi oficina le hace falta algo de vida, ¿no crees? —Jungkook se rascó el mentón.

Jimin levantó la vista de su planificador —¿Necesitas que haga algo?

—Si fueras tan amable —para sus adentros, Jungkook pensaba que era un buen plan tenerlo cerca, así que aprovecharía cualquier situación de este tipo.

—Está bien, solo dime que deseas.

—¿Qué deseo? —preguntó sugestivo—. Creo que lo que más deseo solo tú me lo puedes dar, pero no estoy seguro de que sí quieras hacerlo.

—¿De qué hablas? —inquirió sonrojado.

—Que vayamos a comer algo —propuso con algo de coquetería—. Estoy muriendo de hambre.

—No te preocupes, ya encargué algo, dentro de unos cuarenta minutos estará aquí.

—Bien, entonces aprovecharé para ir adonde Namjoon, regresaré en un rato, tengo que ir a terminar un pequeño encargo, ¿bien?

—Anda, no te preocupes.

✧✦✧

Jongin al ver que su jefe desapareció, entró a la oficina, la noche anterior le comentó a la madre de Jungkook lo que pasaba en la empresa, el omega muy enojado le pidió que se hiciera cargo mientras él llegaba a ordenar la vida de su hijo.

—Debe saber que el señor Jeon es un gran alfa —dijo observando el perfil de Jimin.

—Hola, buena tarde —saludó cortes.

—El señor Jeon es un gran alfa.

—Claro que lo es, ya te escuché decirlo —ya le estaba empezando a incomodar un poco.

—Y todo gran alfa merece un gran omega.

—Eso depende...

—¿De qué? —preguntó jocoso.

—De que si al alfa le gustan los omegas o los alfas —levantó los hombros.

Algo irritado el omega continuó —La madre del señor Jeon me invitó a una cena.

—Eso es estupendo, bien por ti.

—Gracias, en realidad es para buscarle un omega que esté a su altura —le vio celoso.

—Vaya no sabía que habíamos retrocedido en evolución.

—Deje al señor Jeon en paz, eso que usted tiene no es natural y él merece lo mejor.

Jimin intentaba no cometer un exabrupto —No tengo la menor idea de a que te refieres.

—Su madre me dijo que yo soy perfecto para el señor Jeon, yo seré su omega y me marcará.

—Felicidades, me alegro por ti.

—Así debe ser, no crea todo. El señor Jeon, no saldría con alguien que no sea un omega.

—Perfecto.

El pobre alfa no quiso verse afectado por las palabras del omega, pero era algo que no podía evitar, no estaba bien visto que dos alfas se amaran, iba en contra de la naturaleza.

Esa era otra de las razones del porqué sus padres se alejaron tanto, el día que los confrontó también les hizo saber de su preferencia con los alfas y desde ese día no los volvió a ver.

—No se haga ilusiones, no pienso que el señor Jeon se fije en algo como usted, eso es antinatural, es por eso que siempre terminan mal y mueren solos.

Sin agregar más y con una gran sonrisa en el rostro, el omega se marchó sabiendo que logró afectar al alfa.

Jimin continuó decorando la oficina, pero con el ánimo ya por los suelos, Taehyung se acercó un tiempo después cuando lo notó extraño ni con el entusiasmo de siempre.

—¿Qué sucede?

—Nada, creo que algo me cayó mal.

—Si quieres vete a casa y yo me quedaré a terminar.

—Gracias, amigo, en realidad te lo agradezco.

✧✦✧

Jungkook se tardó un poco más de lo previsto, pues salió a comprar.

Caminaba con dos chocolates en mano buscando cierta mata de cabellos, giró y caminó, volvió a girar y al parecer el alfa bonito no estaba.

Siguió hasta que divisó a Taehyung, se acercó a preguntar por el pelirosa.

—Hola, Taehyung.

—Hola, Jungkook, ¿todo bien?

—Si todo está perfecto, ¿has visto a Jimin?

—Ya se fue a casa.

—¿Le pasó algo?

—Dijo que no se sentía bien, así que se marchó.

El alfa se quedó pensando algo preocupado, el castaño se dispuso a escribir algo en un papel —Anda, esa es su dirección.

—¿Crees que se enfade conmigo si llego sin avisar?

—¿Contigo? —se burló un poco—. No creo, si no se molestó al saber que odias la Navidad, menos se enojará por eso.

—¿Cómo supo eso?

—El grano en el culo se lo comentó el otro día.

—¿Quién? —preguntó sonriendo.

—Tu secretario, no quiero ser grosero, pero ese omega parece ser la maldad pura.

Consternado, el alfa agradeció y caminó fuera de la empresa pidiendo a Namjoon que se encargara de cerrar.

De camino se encontró con Jongin hablando por teléfono cuando lo vio, colgó inmediatamente.

—Señor Jeon...

—Dime, Jongin.

—¿A dónde se dirige?

—No es de tu incumbencia.

—Su madre me pidió que le recordara lo de la cena —comentó esperanzado.

—Deberías ir a casa, ya es tarde  —evadió el tema de inmediato.

—Sí, señor, gracias, lo veo mañana.

El alfa no se preocupó en abrigarse, salió rápidamente de la empresa para ir hasta su auto, leyó bien la dirección que el castaño le tendió y emprendió camino con los chocolates en mano.

✧✦✧

Jimin estaba sentado en su sillón, se sentía tonto, había llorado por lo que ese loco omega le dijo. Tenía los ojos algo hinchados y la nariz roja, además estaba enfadado consigo mismo porque no ha colgado los adornos de su pequeño apartamento.

La noche era extremadamente fría, pensó en adoptar una mascota, ya sea un perrito o un gato para no estar todo el tiempo solo.

Después descartó la idea poniéndose a llorar nuevamente porque no podría tener uno con su horario tan extraño.

Se enfadó aún más cuando llegó a la cocina y se fijó que había olvidado comprar más chocolate, así que ahora estaba sorbiendo su nariz mientras se cubría con una manta color crema, su pijama de renos hacía juego con sus calcetas gruesas con pequeñas narices rojas representando a Rodolfo.

El timbre sonó, algo extrañado se cubrió los hombros con la manta y salió a ver quién era a esas horas.

Se le escapó el aliento cuando vio a Jungkook parado fuera tiritando de frío, el ojiverde preocupado abrió de inmediato.

Jungkook, al notar su nariz roja y ojos hinchados, se acercó con el ceño fruncido.

—Jimin...

El ojiazul sintió una punzada en el pecho al ver el estado en que se encontraba el lindo pelirosa, se veía tan frágil, el pobre intentó limpiarse y estar un poco más presentable.

—Hola, pasa, estás temblando de frío.

—¿Te encuentras bien?

—Sí, solo son tonterías —deseó restarle importancia—. ¿Pasó algo? ¿Qué haces aquí? Espera... ¿Cómo sabes dónde vivo?

—Taehyung me dijo.

—¿Te puedo ayudar en algo? —preguntó algo ansioso.

—Es solo que me preocupaste, te busqué, pero ya no estabas.

—De repente no me sentí bien.

—¿Te duele algo? ¿Necesitas un médico? —preguntó preocupado.

—No, no es nada de eso.

El pelinegro levantó la bolsa —Traje un poco de chocolate, ¿quieres? —ofreció en tanto Jimin le tendía una cobija.

Los ojos del pelirosa se volvieron a cristalizar —¿Chocolate?

—No, cariño, ¿qué sucede? —Jungkook se acercó limpiando las lágrimas de sus mejillas.

—Estoy siendo muy tonto, ¿no es así?

—No, claro que no.

Jimin lo guio hasta la sala invitándolo a tomar asiento. Pero ninguno lo hizo.

—¿Me dirás que te pasa? —cuestionó Jungkook alcanzando la mano del alfa.

Al no recibir respuesta, habló de nuevo —¿Qué le sucede a mi lindo alfa? —Jungkook se acercó hasta estar frente al pelirosa, el llanto silencioso le provocó acariciar su mejilla, Jimin al escuchar esas palabras se deshizo a llorar nuevamente.

—No llores, ¿qué sucede?

—Sucede que soy un alfa —hipó dejando caer su rostro sobre su hombro.

—Y uno muy bello, pero no veo el problema.

—Pues que no soy un omega y me gusta mucho un loco alfa gruñón que odia la Navidad y seguramente todos esperan que busque a uno de esos lindos omegas para amar y proteger, pero yo no soy un jodido omega —frustrado sollozó.

El lobo de Jungkook aulló creando una corriente eléctrica en todo su cuerpo.

—Qué casualidad, porque a mí también me gusta un alfa, solo que este es un alfa aficionado a la Navidad, parece una bola de purpurina andante, y me gusta porque... precisamente es un alfa, un lindo y tierno alfa —sonrió cálido.

—Pero qué dilema —sonrió triste e incorporándose para estar frente a frente.

—Un gran dilema —terminó Jungkook atrayendo al alfa a su pecho.

—Lo siento tanto, esto no fue nada profesional de mi parte, rompí las reglas.

—Rompe todas tus reglas conmigo, no me opongo, amor.

El pelirosa rió un poco —Desde que te vi sentí algo extraño, llámame loco si quieres, pero lo siento, esa cosa que cuentan que al ver a tu destinado, el mundo se paraliza y desde que te vi no tuve duda alguna.

—Yo sentí que el alma regresó a mi cuerpo, como si recién encontrara algo que no sabía que no tenía, también lo sentí.

Juntos se sentaron en el sofá, Jimin buscó una de sus manos empezando a jugar y acariciar sus dedos —¿Crees que estemos mal? Digo... eso que tu destinado debe ser un omega, porque así el universo lo decretó.

—No, para mí que se joda al universo, todo es una puta mierda, ¿tú crees en eso?

—No lo sé, yo solo siento que al final estoy donde pertenezco —se acurrucó más a su alfa.

—Y yo me siento completo, ¿entonces que te parece si mandamos a la mierda a todos?

—Es un gran plan.

—Ese es mi alfa —halagó orgulloso.